Mi hija siempre ha sido como un canarito. Canta, guarda y despliega un optimismo contagioso y permanente.
Desde su nás tierna infancia fue mi consentida. Recuerdo cómo le daba la sopita en su piquito, sí, como a un verdadero canarito...
Hace muchos años, se presentó en mi casa de Tlalpan con maletas. Me dijo: ---Vengo a cumplir con mi deber de estar a tu lado. Quiero estudiar la carrera de Derecho en la Universidad, Es lo justo. Siempre nos buscaste vanamente...
Me sentí maravillado y di gracias al Cielo de que me diera esa verdadera oportunidad mi propia hija con su correcto sentido de justicia.
Desafortunadamente, tras algunos meses de estudios, me percaté de que era verdaderamente imposible para mí guardar la disciplina de los horarios nocturnos.Me angustiaba que a muy altas horas de la noche mi hija no regresara a casa, sobretodo en fines de semana.
Así es que le confesé que no me sentía competente para educarla y que mejor regresara con su mamá a una ciudad más tranquila. Pero, en verdad, le agradecí con toda el alma sus buenas intenciones.
Años después, se presentó la ocasión de que Luisita cuidara "como la niña de sus ojos" a su hermanita ALiz. La mandé, pues, a Mérida para que continuara sus estudios de preparatoria. Meses después, recibí una urgente llamada para acudir al aeropuerto a recoger a mi hija Alice, quien traía consigo, en sus entrañas, a mi adorable nietecita. Y ya cuando estaba cerca de cumplir los tres años, recibí en esta casa a su padre, quien llegaba con la intención de llevarse a la madre e hija a su hogar en Mérida. Aliz no estuvo de acuerdo y se quedó a mi lado...
Tiene puntadas como ésta: la última vez que estuvieron Pedro y ella en la casa de Cuernanavaca, abrió las puertas de las jaulas de todos ios canarios y otras aves. Aliz aprendió esa lección de libertad al vuelo, tan bien que al poco tiempo le abrió la jaula a mi perico chiapaneco multicololor. Cuando vienen las parvadas de aves de visita, ALiz me asegura que entre ellas está feliz mi perico.
"Me di perfecta cuenta que en este señor hay una gran necesidad de cariño, es fuerte pero débil en su interior de él, de su alma donde anida un deseo incontenible de amor. Su Excelencia trata de demostrar su ánimo siempre vivo pero, en su mirada y su rostro se adivina una diáfana filosofía existencial"...(Eso creo que piensa sobre mí, mi adorada Luisa...=)
En otra ocasión, me acompañó a la oficina del gobernador de Campeche. Curi estaba en la creencia de que ella era diputada. Yo le pedí que no lo desengañara, porque deseaba darle un mensaje para que transmitiera a sus supuestos "colegas" de la Cámara. Luisa de ningún modo aceptó prestarse a ese juego y cuando Curi le preguntó directamente si era diputada,Luisa fespondió que su ética no le hubiera permitido jamás tener una curul.
Curi ya nos había comprado la Biblioteca sobre Campeche y el Sureste, de mi padre. Tras ese incidente, canceló el contrato y ya no hubo posibilidad alguna de negociar la importantísima adquisición.
, Recientemente, Teté estuvo de visita en mi casa de Tajín. Fue una visita breve. Se negó rotundamente a subir. A gritos yo la exhortaba a que se dirigiera a la escalera y ascendiera para abrazarnos. Quería platicar cuanto antes con ella, mientras me vestía, , en mi recámara. Al conminarla a que me obedeciera, mi hijita tomó su carrito de maletas y salió por donde entró Desde el barandal vi cómo desaparecía hacia la calle.
Tomó un taxi para el aeropuerto...
Desde entonces, no hemos vuelto a vernos...
Se lo comenté a mi hermano. Jorge Ramiro me hizo esta obervación;
---Si dices que venía de un seminario o cursillo feminista, ni te preocupes. Allí reforzaron su modito de no recibir órdenes de nadie, incluso si se trata de su señor padre. Sin embargo, ella te quiere muchísimo...
Cuando niña, no había competencia en que participara que no lograra obtener el primer lugar.
En los juegos de mesa, a como diera lugar, ganaba Teté y quiero decir, muchas veces con trampitas...
Una aciaga tarde, en Mérida a mi ruego de que me diera un nieto, respondióo como de rayo.---Ni me vuelvas a tocar el tema. Nunca tendré un hijo....
Tan sorprendente respuesta me dejó perplejo, pensativo y muy triste...
Ha venido un par de veces a pasear por pueblos morelenses, junto con Pedro y un par de perritos a los que tiene muy bien amaestrados y, de veras, quiere como a sus propios vástagos de sus entrañas. Por otra parte, yo he tenido el privilegio de permanecer en su casa unos días, en un régimen casi militarizado por la disciplina y el rigor.
Mi preocupación de que utilizaran una escalera de trapecista para subir y bajar varias veces al día, no sé si fue atendida...
No puedo aceptar plenamente que haya rechazado totalmente la carne en las comidas. Su conversión al vegetarismo también me estremeció hasta mis cinientos carnívoros y mi costumbre añeja de hartarme de taquitos de cochinita,Ese yucatecan way of life debe senttirse amenazado por la intrusión vegetariana.
Empero, creo que ha tenido éxito en convertir a algunos emertitenses en santos del paladar que renuncian con resignación a la dieta de la cochinita y de tantos guisos tradicionales de la cocina yucateca, que tienen como base el puerco o los peces..
Asimismo me da gran gusto que me haya heredado la inclinación por los micrófonos radiofónicos.
Es una difusora que saluda al mundo desde temprano y con mucha alegría y optimismo.
La quiero con todo mi corazón y hacer estas confesiones me parecen las travesuras muy pesadas y tribulaciones de un padre ochentón con un sentido de dry humor escocés a veces nada grato.
Desde aquí la felicito por su cumple 39 y pido a Dios que siga su trayectoria honesta y servicial.
Nada decir que su alejamiento de la Iglesia Católica, cosa que tampoco es muy de mi agrado. No obstante ha condescendido a bautizar a mi nieta y, tambièn, a mi benjamín, junto con Li, ya hace años.Y ha influído en que Aliz,, su hermana que vive a mi lado, también le entre con fe y ardor a esa secta llamada Om Shanti...
Para concluir, aún recuerdo la cena navideña que fue interrumpida por los dolores de parto de su madre Teresita.
El hospital estaba en la otra esquina, en la colonia García Ginerés. Y raudos nos fuimos para que a los pocos minutos naciera mi canarita, rubia y sonriente...
En verdad, la felicidad está en la esquina... paangonando a Vargas Llosa.
Desde su nás tierna infancia fue mi consentida. Recuerdo cómo le daba la sopita en su piquito, sí, como a un verdadero canarito...
Hace muchos años, se presentó en mi casa de Tlalpan con maletas. Me dijo: ---Vengo a cumplir con mi deber de estar a tu lado. Quiero estudiar la carrera de Derecho en la Universidad, Es lo justo. Siempre nos buscaste vanamente...
Me sentí maravillado y di gracias al Cielo de que me diera esa verdadera oportunidad mi propia hija con su correcto sentido de justicia.
Desafortunadamente, tras algunos meses de estudios, me percaté de que era verdaderamente imposible para mí guardar la disciplina de los horarios nocturnos.Me angustiaba que a muy altas horas de la noche mi hija no regresara a casa, sobretodo en fines de semana.
Así es que le confesé que no me sentía competente para educarla y que mejor regresara con su mamá a una ciudad más tranquila. Pero, en verdad, le agradecí con toda el alma sus buenas intenciones.
Años después, se presentó la ocasión de que Luisita cuidara "como la niña de sus ojos" a su hermanita ALiz. La mandé, pues, a Mérida para que continuara sus estudios de preparatoria. Meses después, recibí una urgente llamada para acudir al aeropuerto a recoger a mi hija Alice, quien traía consigo, en sus entrañas, a mi adorable nietecita. Y ya cuando estaba cerca de cumplir los tres años, recibí en esta casa a su padre, quien llegaba con la intención de llevarse a la madre e hija a su hogar en Mérida. Aliz no estuvo de acuerdo y se quedó a mi lado...
Tiene puntadas como ésta: la última vez que estuvieron Pedro y ella en la casa de Cuernanavaca, abrió las puertas de las jaulas de todos ios canarios y otras aves. Aliz aprendió esa lección de libertad al vuelo, tan bien que al poco tiempo le abrió la jaula a mi perico chiapaneco multicololor. Cuando vienen las parvadas de aves de visita, ALiz me asegura que entre ellas está feliz mi perico.
"Me di perfecta cuenta que en este señor hay una gran necesidad de cariño, es fuerte pero débil en su interior de él, de su alma donde anida un deseo incontenible de amor. Su Excelencia trata de demostrar su ánimo siempre vivo pero, en su mirada y su rostro se adivina una diáfana filosofía existencial"...(Eso creo que piensa sobre mí, mi adorada Luisa...=)
En otra ocasión, me acompañó a la oficina del gobernador de Campeche. Curi estaba en la creencia de que ella era diputada. Yo le pedí que no lo desengañara, porque deseaba darle un mensaje para que transmitiera a sus supuestos "colegas" de la Cámara. Luisa de ningún modo aceptó prestarse a ese juego y cuando Curi le preguntó directamente si era diputada,Luisa fespondió que su ética no le hubiera permitido jamás tener una curul.
Curi ya nos había comprado la Biblioteca sobre Campeche y el Sureste, de mi padre. Tras ese incidente, canceló el contrato y ya no hubo posibilidad alguna de negociar la importantísima adquisición.
, Recientemente, Teté estuvo de visita en mi casa de Tajín. Fue una visita breve. Se negó rotundamente a subir. A gritos yo la exhortaba a que se dirigiera a la escalera y ascendiera para abrazarnos. Quería platicar cuanto antes con ella, mientras me vestía, , en mi recámara. Al conminarla a que me obedeciera, mi hijita tomó su carrito de maletas y salió por donde entró Desde el barandal vi cómo desaparecía hacia la calle.
Desde entonces, no hemos vuelto a vernos...
Se lo comenté a mi hermano. Jorge Ramiro me hizo esta obervación;
---Si dices que venía de un seminario o cursillo feminista, ni te preocupes. Allí reforzaron su modito de no recibir órdenes de nadie, incluso si se trata de su señor padre. Sin embargo, ella te quiere muchísimo...
Cuando niña, no había competencia en que participara que no lograra obtener el primer lugar.
En los juegos de mesa, a como diera lugar, ganaba Teté y quiero decir, muchas veces con trampitas...
Una aciaga tarde, en Mérida a mi ruego de que me diera un nieto, respondióo como de rayo.---Ni me vuelvas a tocar el tema. Nunca tendré un hijo....
Tan sorprendente respuesta me dejó perplejo, pensativo y muy triste...
Ha venido un par de veces a pasear por pueblos morelenses, junto con Pedro y un par de perritos a los que tiene muy bien amaestrados y, de veras, quiere como a sus propios vástagos de sus entrañas. Por otra parte, yo he tenido el privilegio de permanecer en su casa unos días, en un régimen casi militarizado por la disciplina y el rigor.
Mi preocupación de que utilizaran una escalera de trapecista para subir y bajar varias veces al día, no sé si fue atendida...
No puedo aceptar plenamente que haya rechazado totalmente la carne en las comidas. Su conversión al vegetarismo también me estremeció hasta mis cinientos carnívoros y mi costumbre añeja de hartarme de taquitos de cochinita,Ese yucatecan way of life debe senttirse amenazado por la intrusión vegetariana.
Empero, creo que ha tenido éxito en convertir a algunos emertitenses en santos del paladar que renuncian con resignación a la dieta de la cochinita y de tantos guisos tradicionales de la cocina yucateca, que tienen como base el puerco o los peces..
Asimismo me da gran gusto que me haya heredado la inclinación por los micrófonos radiofónicos.
Es una difusora que saluda al mundo desde temprano y con mucha alegría y optimismo.
La quiero con todo mi corazón y hacer estas confesiones me parecen las travesuras muy pesadas y tribulaciones de un padre ochentón con un sentido de dry humor escocés a veces nada grato.
Desde aquí la felicito por su cumple 39 y pido a Dios que siga su trayectoria honesta y servicial.
Nada decir que su alejamiento de la Iglesia Católica, cosa que tampoco es muy de mi agrado. No obstante ha condescendido a bautizar a mi nieta y, tambièn, a mi benjamín, junto con Li, ya hace años.Y ha influído en que Aliz,, su hermana que vive a mi lado, también le entre con fe y ardor a esa secta llamada Om Shanti...
Para concluir, aún recuerdo la cena navideña que fue interrumpida por los dolores de parto de su madre Teresita.
El hospital estaba en la otra esquina, en la colonia García Ginerés. Y raudos nos fuimos para que a los pocos minutos naciera mi canarita, rubia y sonriente...
En verdad, la felicidad está en la esquina... paangonando a Vargas Llosa.