lunes, 27 de mayo de 2013

ELENA Y LIVINGSTON BAYNES VAUGHT CON SU HIJITA MERY

Entre los archivos que me dejó mi querida abuelita Elena encontré esta foto. Es una pequeña instantánea que se remonta al año 1914.  Se tomó en New Orleans. La pareja llevó a su recién nacida hija única a bautizarla. http://www.youtube.com/embed/PayCBje-ax4" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>

Nunca me la enseñó mi abuelita. Era una foto sagrada y que la tenía entre sus reliquias más apreciadas. Doloroso. Muy triste recuerdo de la nena que tres años después se envenenaría comiendo unos fósforos.


Lleva el nombre de su bisabuelo, Thomas Livingston Benjamin (es mi pequeño y último hijo)




El inolvidable EVENTO CATÓLICO DE LA  PRIMERA COMUNIÓN DE ALIZ

Don Jorge Denegre Vaught deja azorado qye dos Lívingstons, hijo y nieto, pongan su cabeza en su hombro

Manuel Augusto Walter Livingston Denegre Vaught Alcocer  (1° año)

Jorge Denegre a los 15 años posa en la parte posterior del auto que le regaló su hermano Alberto.

Jorge Denegre Vaught Peña, no está contento con la foto, en club social.

Walter Livingston tampoco está contento. Al lado, su hermano Jorge Denegre-
 

Después. en 1918 nacería Jorge, mi padre. Para entonces, había un proceso de inacabable duelo. Jamás volvieron los "chicos" (como mutuamente se llamaban) a ser los mismos enamorados de la vida.
Lívingston en un examen musical en el Instituto Montes de Oca.


Los sucesos ocurrieron en la Habana. Thomas Baynes trabajaba en PRESTON, uno de los hospitales más importantes del mundo. Allí Finlay había descubierto la curación de la fiebre amarilla. Arduamente, laboró en el proyecto, bajo la dirección del también escocés,  mi "black sheep" abuelo. Poco después--en 1915-- fallece el médico nacido en Camagüey, Carlos Juan Finlay, pero ya se había erradicado la fiebre amarilla en Cuba.

Mi abuelo, habría de contagiarse de una penosa enfermedad. Y poco más tarde, cuando Jorge Denegre había cumplido un año de edad, volvieron a Campeche.  Dieron la media vuelta y retornaron cuando moría la tarde.

Mi padre no conoció al Dr. Baynes. Thomas cesó de existir en Campeche en medio de los cuidados cariñosos de su compañera. Fue una agonía  prolongada y trágica. Se le acabó la fuerza del alma. Murió lejos de su madre Mary Vaught-Baynes y sus parientes queridos. Mientras, México ardía en la Revolución iniciada en 1910...

No eran iguales, decía la gente. Las vidas de los jóvenes enamorados  se iban a perder, dejando en la orfandad al único vástago.  Thomas Baynes Livingston Vaught había sido educado en el aristocrático Sur de los Estados Unidos. Estudió medicina en Tulane; fue a Europa; estuvo en China. Tocaba el violín. Hablaba varios idiomas. Se había rehusado a ir a la guerra y llegó a un país donde no había justicia, ni leyes, ni nada, sólo el amor que se tenían los chicos. .Ejerció, al final, su profesión en Champotón y Campeche,  curando pobres campesinos que le pagaban con huevos y gallinas.

En plena revolución mexicana, se extinguió sólo físicamente  la historia de un amor  que habría de perdurar por la voluntad firme de Elenita. Nunca se separaron sino cuando metió en un internado para señoritas católicas  a la niña-esposa para que aprendiera, sobretodo, inglés pues quería que pudiera comunicarse por cartas con su madre y, al fin, víctima de la pelagra, murió en los brazos de su amada, llamándola Helen, con el último aliento. Y todos los coterráneos en el sureste, así como los  norteamericanos sureños Denegre Vaught, alcanzaron a ver  que de veras se querían para la eternidad. Alejados del mundo, se fue el doctor dejando inconsolable a su gran amor. Pero permaneció con bondad, encantos, encarnado en el humilde, carismático y sabio hijo único que propagó los valores de sus padres. La estirpe DENEGRE VAUGHT PEÑA proliferó con entusiasmo, optimismo y alegría.

Finally, did prevail the Spirit of that romantic love!






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