jueves, 20 de septiembre de 2018

Manuelaugusto Vaught Alcocer compartió un recuerdo.
1 min
Hoy hay demasiados Fouchés en la política!
Joseph Fouché, uno de los hombres más poderosos de su
tiempo, uno de los más singulares de todos los tiempos,
encontró poco amor entre sus contemporáneos y aún me�
nos justicia en la posteridad. A Napoleón en Santa Elena,
a Robespierre entre los jacobinos, a Carnot, Barras, Talley�...

    rand en sus memorias, a todos los historiadores franceses,
    ya sean realistas, republicanos o bonapartistas, les empieza
    a brotar bilis de la pluma con tan sólo escribir su nombre.
    Traidor nato, miserable intrigante, puro reptil, tránsfuga
    profesional, vil alma de corchete, deplorable inmoralista…,
    no se ahorra con él ninguna palabra despreciativa, y ni La�
    martine ni Michelet ni Louis Blanc intentan seriamente in�
    dagar en su carácter, o más bien en su admirablemente ter�
    ca falta de carácter. Su figura aparece por vez primera con
    sus verdaderos contornos vitales en la monumental biogra�
    fía de Louis Madelin (al que este estudio, como cualquier
    otro, debe la mayor parte del material referente a los he�
    chos); por lo demás, la Historia ha empujado en completo
    silencio a la fila de atrás de los figurantes de poca importan�
    cia a un hombre que en medio de un cambio universal di�
    rigió todos los partidos y fue el único en sobrevivirlos, que
    venció en duelo psicológico a un Napoleón y a un Robes�
    pierre. De vez en cuando, su figura aparece como un fantas�
    ma en una obra de teatro o una opereta napoleónica, pero
    la mayoría de las veces lo hace en el manido y esquemáti�
    co papel del astuto ministro de policía, de un precursor de
    Sherlock Holmes; una presentación plana confunde siem�
    pre un papel entre bastidores con un papel secundario.
    Al final, casi moribundo, sus enemigos le pierden el miedo.
    El genio tenebroso, el antiguop revolucionario se fuelve un fanático religioso. Frecuenta las Iglesisas a donde acude con pasos vacilantes para oir misa.
    Permanece horas arrodillado conn las manos cruzadas en actitud de fervorosa oraciòn.
    2rt5 años antes había destrozado con sus propias manos los crucifijos de los altares.
    El viejo ateo, el rebelde, el perseguidor del clero, llama a un sacerdote en los últimos días del mes de diciembre de 1820, para que le ayude a bien morir y le administre los sacramentos.
    Después de hechas las paces con la Iglesia, quiere también hacerlas con los hombres.
    Pocos días antes de morir ordena a su hijop que queme sus papeles y miles de cartas, de sus memorias, para QUE DEJARAN DE TEMBLAR SUS ENEMIGOS.
    lE QUEDAN POCAS HORAS. SE AHOGA. SUS PUKLMONES SE NIEGAN A SEGUIR OXIGENANDO SU NEGRA SANGRE. SUS ÚLTIMOS MOMENTOS SON TERRIBLEMENTE DOLOROS. Y ASÍ MUERE EL DÌA 26 DE DICIEMBRE DE 1820.
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    Enhorabuena! Sol, ha sido una provechosa amistas!
    ¡Manuelaugusto y Sol celebran 2 años de amistad en Facebook!
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    -0:11
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    Manuelaugusto Vaught Alcocer
    En la colonia Morelos Oriental de Mérida, Yucatán, hay un talador criminal: taló media docena de los árboles que sembré hace casi 40 años. Es mi predio. Se intr...
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    Manuelaugusto Vaught Alcocer compartió una página.
    13 h
    Pensionado a partir del 1 de enero de 2013
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    Un amigo publicó en tu biografía.
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    Una breve y bella pieza del Cuaderno de Ana Magadalena de Bach.
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Hace 2 años
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1 comentario:

  1. La Galería de retratos de grandes mexicanos está en un un bar llamado el pirata o el Corsario, en Caleta Beach, en Acapulco!

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