Papi Jorge no viajaba. Decía que conocía mejor los países a través de sus libros de historia, de geografía y de literatura. Tenía azón. Claro que viajó por todo Campeche-- por cierto, en mi compañía-- para escribir la historia del Estado y actualizar los datos de toda índole que se publicaron en la ENCICLOPEDIA DE MÉXICO. Fuimos a Yucatán. Y él fue invitado y estuvo en playas hermosas de todo oel país. Algunas veces invitado por su amigo el multimillonario Brenner. Pero nunca fue y siempre quiso ir a Biloxi. Cuando se ponía alegre o nostálgico, decía: "¡Ya me voya a Biloxi!!"
En ese hermoso lugar que conozco bien, la familia VAUGHT BAYNE tenía una casa de descanso. Aquí, les muestro a una de las tías Vaught frente a la casa de campo, cerca de New Orleans:
Biloxi, famosa durante mucho tiempo por ser el lugar en el que todo vale, albergó la primera fiesta de todas las fiestas, el Mardi Gras, y no Nueva Orleans, como pueda creerse. Hoy en día, la cosa no ha cambiado mucho. Tanto si busca diversión bajo el sol, como atracciones culturales, cocina ecléctica o fastuosos casinos,...
Situada a orillas del Golfo del Misisipi implica que la playa nunca está lejos, se aloje donde se aloje. Pase el día practicando surf, esquí acuático, pesca submarina o vela. Además de deportes náuticos, las familias encontrarán un sinfín de actividades en los campos de mini golf, los parques de atracciones y el acuario. Los aficionados a la cultura pueden ir al centro y visitar los numerosos lugares históricos y culturales de la ciudad, como el edificio Beauvoir, el Faro de Biloxi y el Museo Ohr-OKeefe.
Mi padre escuchaba, cuando niño, las narraciones de mi abuelita Elena sobre su estancia allá. Esas vivencias placenteras de las que sólo tuvo referencias orales, cuando se sentía eufórico las revivía y, entonces, sí hubiera sido capaz de dejar investigaciones, lecturas de libros o negocios y salir rumbo a Biloxi para conocer las maravillas de las que le contaba con nostalgia la Viuda de Vaught.
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