martes, 5 de noviembre de 2013

  1. Para mi hijo Lívingston, en su cumpleaños:

    A medida que envejezco

    Mi percepción a medida que envejezco 
    es que no hay años malos. Hay años 
    de fuertes aprendizajes y otros que son
    como un recreo, pero malos no son. 






    Creo firmemente que la forma en que
    se debería evaluar un año tendría más
    que ver con cuánto fuimos capaces de amar,
    de perdonar, de reír, de aprender cosas nuevas,
    de haber desafiado nuestros egos
    y nuestros apegos.

    Por eso, no debiéramos tenerle miedo
    al sufrimiento ni al tan temido fracaso,
    porque ambos son sólo instancias
    de aprendizaje.

    Nos cuesta mucho entender que la vida
    y el cómo vivirla depende de nosotros,
    el cómo enganchamos con las cosas
    que no queremos, depende sólo del cultivo
    de la voluntad.

    Si no me gusta la vida que tengo, deberé
    desarrollar las estrategias para cambiarla,
    pero está en mi voluntad el poder hacerlo.

    "Ser feliz es una decisión",
    no nos olvidemos de eso.

    Con estos criterios me preguntaba qué tenía
    que hacer yo para poder construir un buen año
    porque todos estamos en el camino de aprender
    todos los días a ser mejores y de entender
    que a esta vida vinimos a tres cosas:
    - a aprender a amar
    - a dejar huella
    - a ser felices.

  2. cumpleaños
    Hoy en Houston

  3. La muerte es un camello negro que se arrodilla ante la puerta de todas las casas.

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